Muchas gracias a todos los que acudisteis a vernos representar y a darnos vuestro apoyo. El jueves pasado fue muy duro, muchas horas de trabajo, tensión, y demás, pero el resultado valió la pena. Muchas gracias, de nuevo, por todo.
Quiero felicitar además a todos, músicos, bailarinas, actores y técnicos, porque a pesar del poco tiempo de ensayo general, vuestra concentración sirvió para que casi todo saliese bien.
Esta obra no es otra cosa que la expresión de lo que, en el fondo, deseamos en el IES Rayuela: educar para la libertad, para pensar libremente y actuar libremente. Pero es obvio que aprender a vivir en libertad no es únicamente ejercer mis opciones de hacer lo que quiera, sino que implica también aprender a convivir en sociedad, a respetar la autoridad bien entendida, sabiendo a su vez defender por las vías correctas nuestros derechos; hay que aprender a respetar a los demás, a luchar adecuadamente por las causas justas, a ser puntual, a cumplir con las obligaciones, a prepararnos para devolver a la sociedad las oportunidades que la actual generación se le presentan, y que no todas las anteriores generaciones de la historia de España han tenido para sí.
Esta obra trata de reflejar que no es oro todo lo que reluce, que no podemos dejarnos cegar por la visión parcial e irreflexiva que el mundo de la comida rápida y la telebasura nos ofrece.
En esta obra hemos puesto de manifiesto, con humos, bailes y música, una triste realidad: no vemos lo que ocurre a nuestro alrededor ni aunque nos lo pongan delante de las narices.