Cuidado con los MP3: ¡Pueden dañar tus oídos!

Actualmente los MP3 se han convertido en un objeto casi de primera necesidad para nuestros jóvenes. Sin embargo, una utilización abusiva de los mismos puede causar daños irreversibles como los que nos explica el siguiente artículo:

27/10/08 por CARLOS TORRES
“Sube el volumen hasta romper los cascos de tu PSP”, dice el eslogan de la página de descarga del Light MP3. Así llaman los entendidos a un reproductor para la consola portátil de Sony que permite aumentar el sonido de sus altavoces hasta niveles que rayan lo ilegal. La UE fijó como tope para los reproductores de MP3 que se vendan en Europa 100 decibelios (dB), y estudia bajar en 2009 esa barrera tras la publicación de un informe del Comité Científico de Riesgos Sanitarios Nuevos y Emergentes de la Comisión Europea que alerta de que oír música en un MP3 por encima de los 89 dB daña el oído. Los adolescentes, usuarios mayoritarios de los aparatos de MP3, son también los principales condenados a una sordera que se calcula que padecerán entre 2,5 y 10 millones de europeos en unos años por poner hoy sus reproductores al máximo.

Pero la tentación ronda de cerca a los chavales: basta con teclear en cualquier buscador de internet “subir volumen mp3” para que la pantalla se llene de múltiples vías que la red ofrece para hacer saltar por los aires los límites legales con que vienen dotados los reproductores individuales de música. Internet ofrece programas que disparan la potencia con que están grabados los archivos, o aplicaciones para eliminar los topes que los aparatos traen de fábrica, o recetas para abrir los auriculares y quitar las pequeñas resistencias que atenúan la potencia.

El iPodVolumeBooster es uno de los programas más populares en la red, una aplicación que borra el límite de decibelios con que la firma Apple fabrica los iPod que vende en Europa. Para los que no optan por comprarse el iPod en Estados Unidos, donde no existe las limitaciones impuestas en Europa, este programa se ofrece como una de las “soluciones”. En la página de descarga, el autor advierte: “Usa esta aplicación por tu cuenta y riesgo”. Sin embargo, y a pesar de que también alerta de los riesgos irreversibles que puede ocasionar su programa, las descargas se pueden contar por miles en España. Algo menos descargados, pero igualmente populares, son los programas EuPod y GoPod, que se usan también para modificar los famosos aparatos de Apple.
Oír música sin limitaciones avejenta prematuramente el oído. A partir de los 50 años, entre el 12 y el 20 por ciento de las personas pierden audición por desgaste del nervio auditivo. “Es lo mismo que tener la vista cansada. Lo que pasa es que estos chavales adelantan el proceso hasta los 25 ó 30 años”, asegura Jordi Coromina, otorrino del Centro Médico Teknon, de Barcelona. En ese punto el daño es irreversible, y el paciente pasa a depender del audífono. Muchos jóvenes lo saben, pero se empeñan en aumentar los decibelios de sus aparatos. En uno de los foros visitados para este reportaje, un internauta pide ayuda: “Me trae loco no poder subir el volumen. ¿Cómo diantres lo puedo hacer?”. A los pocos días las soluciones inundan la página. Además del VolumeBooster, se le recomiendan aplicaciones similares, como la DBPoweramp, aplicable a aparatos mp3, iPods y playstations. Incluso se le explica cómo desarmar los auriculares para “descaparlos”, quitar una pequeña resistencia que viene de fábrica. En un foro, un usuario cuenta: “Aun descapados, los auriculares no dan volumen muy alto, pero sin descapar yo no era capaz de escuchar la música al 100 por 100 en el bus”.

Según el doctor Ángel Moreno, otorrino de la Clínica Moncloa, de Madrid, pretender aislarse por completo en el autobús es un juego peligroso de los jóvenes: “La música se tiene que disfrutar en silencio. A los chavales les gusta el sonido a toda potencia, pero hay que enseñarles una norma básica: el volumen adecuado es el que te permite tener una conversación normal con los auriculares puestos sin tener que gritar”. Su colega de Teknon da más claves: “No hay que usar el MP3 más de 60 minutos a más del 60 por ciento de su potencia. Y por hora de escucha hay que descansar media”. De lo contrario, pueden venir molestias como los acúfenos, ruidos constantes y molestos en el interior del oído. La incidencia ya está llegando a las consultas de los otorrinos: “Se han generalizado enfermedades antes exclusivamente profesionales, que veíamos en el típico ‘discjockey’ o en el cazador, pero que ahora afectan a gente de 25 ó 30 años”, comenta Coromina.

Estas enfermedades pueden agravarse por el uso de aplicaciones como GoPod, ideada para saltar en los iPod el límite de la UE. La descarga es gratuita y en algunos foros se avisa: “Recuerda: no merece la pena perder capacidad auditiva para gozar de unos decibelios más de volumen”. A la consulta de Moreno acuden padres preocupados por la pérdida de audición de sus hijos: “Tienen que subir la televisión, oyen pitidos…, empiezan a estar como sus padres, salvo que ellos tienen 26 años, y sus padres, 54”, cuenta el otorrino de la Clínica Moncloa. Para evitarlo, los especialistas recomiendan la regla del 70-70. Es decir, reducir las horas semanales de audición y la potencia con la que se escucha a un 70 por ciento de lo habitual.

Pero ese consejo está lejos de cumplirse: el MP3Gain ha sido descargado más de 160.000 veces en una conocida página española de descargas. Este programa, como el iGain nació como unificador de volumen para que el sonido no varíe entre archivos de un mismo disco, pero en los foros se anuncia como “programa para subir el volumen de tus mp3 hasta un 200 por ciento”. El doctor Moreno avisa: “Estamos inventándonos nuestra propia patología. Es absurdo el daño que se hace a sí misma la gente”.